Un intendente suelto en Narnia.
Alejado de la realidad que a diario sufren no solo los matanceros sino los que visitan y recorren el partido, el intendente peronista venido a kirchnerista Tomás Fernando Espinoza se pasea rodeado de niños.
Mientras la Sala VII de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional confirmó el 3 de julio de 2024 el procesamiento de Espinoza por el delito de “abuso sexual simple” por un suceso ocurrido en mayo de 2021 y que más allá de eso pesan en su haber decenas de denuncias por malversación de fondos públicos e incumplimiento de los deberes de funcionario, el administrador de La Matanza se mostró acompañado por la secretaria de deportes municipal, Jorgelina Bertoni, en el Polideportivo Alberto Balestrini ubicado en Lomas del Mirador donde asistirían de manera gratuita más de 80 mil niños y adultos mayores.
Posando junto a la pileta mientras los agentes de seguridad le cuidan la espalda.
El mandamás está desaparecido en acción cuando el municipio arde en protestas en contra de la inseguridad o algún hecho lamentable se hace viral pero asoma sus narices cuando le aseguran el cuadrilátero con móviles de la Guardia Urbana y lo rodean un numeroso grupo de patovicas militantes que ofician de “seguridad personal” impidiendo que la gente de bien se le acerque a reclamarle.
